1. Crimenes ejemplares
Lleno
de humor negro, este clásico volumen examina el arte oscuro del
asesinato, revelando todo lo absurdo del acto. Dividido en cuatro
partes—Crímenes, De suicidios, De gastronomía y Epitafios—esta colección
de confesiones eleva de manera irónica estos actos mediocres y
accidentales a nivel ejemplar.
El arte de matar elevado a categoría de disparate. Humor negro, tan negro como las páginas del libro, escrito con letras de plata.
El arte de matar elevado a categoría de disparate. Humor negro, tan negro como las páginas del libro, escrito con letras de plata.
"La
verdad, creí que no lo descubrirían nunca. Sí: era mi mejor amigo. En
eso no hay duda: y yo su mejor amigo. Pero estos últimos tiempos ya no
le podía aguantar: adivinaba todo lo que yo pensaba. No había modo de
escapar. Aun a veces me decía lo que todavía pugnaba por tomar forma en
mi imaginación. Era vivir desnudo. Lo preparé bien; seguramente dejé
el cuerpo demasiado cerca de la carretera."
"Hablaba,
y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y
venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no
hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde
estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier
cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle
sus tres meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo.
Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá.
Le metí la toalla en la boca para que se callara. No murió de eso, sino
de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro."
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